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par Patrick PAC Yo escuchaba chapotear en el barco los pies descalzos Y presentía los rostros anochecidos de hambre Mi corazón fue un péndulo entre ella y la calle Yo no sé con que fuerza me libré de sus ojos Me zafé de sus brazos Ella quedó nublando de lagrimas su angustia tras de la lluvia y el cristal Pero incapaz para gritarme : espérame, yo me marcho contigo ! Ernesto Guevara partió con tal vez, la misma sensación que tuvo Ulises al despedirse de Circe, con aires de victoria hinchando las velas de un viaje que presagiaban la llegada a la Itaca de su nombre mítico de El Che. J’écoutais dans le bateau / le clapotis des pieds nus/ et
je pressentais les visages assombris par la faim / mon coeur fut un pendule
entre elle et la rue / je ne sais avec quelle force je me suis libéré de ses
yeux, / j’ai échappé à ses bras. / Elle est restée, couvrant de larmes son
angoisse / derrière la pluie et la vitre / mais incapable de me crier :
attends-moi / je pars avec toi ! |
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